Con el comienzo del año... ¡la tarea habitual!
Hay que reponer los jabones que no queremos que falten, esos que nos gustan a todos; el único problema es: ¿otra vez igual?
Si algo no nos agrada a los "jaboneros" es repetir las cosas una y otra vez, siempre sucumbimos a la tentación de cambiar algo: las proporciones de los aceites, otro aditivo, añadir algo nuevo o, simplemente, el diseño.
Poco nuevo puedo contar de su composición porque esta vez ha sido su imagen lo único que ha cambiado, he reforzado el color del cacao con mica marrón y estoy satisfecha... me gusta más este tono. He añadido otro verde (también mica) para hacer resaltar más el dibujo.
En definitiva, el tradicional jabón de capas ha pasado a ser de "firulillos". Yo he disfrutado haciéndolo pero... ¿he acertado?