Arcilla Azul y Madreperla

    Este jabón es fruto de la necesidad de un joven de 16 años. Está "hecho a medida" y ahora ya compartido con los amigos.

   La Concha de Nacar ó Madreperla se sabe que era utilizada ya en tiempo de los incas mezclada con zumo de limón para tratar cicatrices y manchas, además penetra profundamente en la piel evitando los depósitos de grasa y mantiene la piel hidratada sin dejar residuo.

   La Arcilla Azul limpia los folículos pilosos y disuelve las impurezas. Es especialmente apropiada para las pieles con exceso de grasa.

   Otros componentes importantes en este jabón son el aceite de Avellana que contiene sustancias reguladoras de las glándulas sebáceas, de Pepita de Uva como regenerador e hidratante excelente para pieles grasas, de Jojoba hidratante, humectante y muy eficaz contra puntos negros y espinillas, de Neem que actua como cicatrizante y desinfectante, y por último Aloe Vera con las propiedades regenerativas que lo han hecho conocido por todos nosotros.
   Su efecto está reforzado con a.a.e.e. de Camomila, Lavanda, Sándalo y Arbol de Té.

   Así pues, este es un jabón para pieles con grasa, barrillos e impurezas que se ocupa de las marcas propias del acné y de la regeneración necesaria en este tipo de piel.