
Los primeros textos que hacen referencia al árbol de mango datan de hace 6000 años, están escritos en sánscrito y fueron encontrados en India. Allí continúa siendo un árbol sagrado al que se le atribuyen propiedades mágicas; su madera se utiliza en piras funerarias… y sus hojas simbolizan fertilidad en las bodas.
De la semilla del fruto del mango se obtiene una de las, para nosotros, mantecas exóticas: la Manteca de Mango.
De rápida absorción, hidrata, protege, regenera la piel (de ahí su utilización en tratamientos contra arrugas y estrías), reduce la degeneración celular, restablece la flexibilidad, protege de la radiación UV, suaviza, alivia el picor… En definitiva, es una gran aliada ante cualquier problema, su carácter “no graso” y su fácil absorción hacen que la Manteca de Mango resulte apropiada para cualquier tipo de piel.
La combinación “Manteca de Mango – Manteca de Karité – Aceite de Rosa Mosqueta” es la responsable del “carácter” del jabón de hoy. Está pensado para uso facial, apropiado para pieles entre 25-35 años; cutis que aún mantienen frescura y que, por tanto, precisan más de un producto que resulte tratante, promoviendo el equilibrio de su piel, que de uno intensamente anti-arrugas.
El resto de la fórmula contiene: Manteca de Cacao y aceites de Oliva, Coco y Palma.
Los a.a.e.e. de Lavanda, Petitgrain e Ylang Ylang, le aportan un aroma suave y delicioso, ideal para uso facial.
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